sábado, 31 de mayo de 2008

Iconografía Misterio de la Oración II


Interpretación de la cabeza: Su estilo manierista se presenta ciertos aspectos como la expresividad del conjunto de la imagen por el inicio de movimiento, la asimetría, ciertos contrastes lumínicos y el reflejo de sentimientos y pasiones que lo definen claramente, dentro de un conjunto donde la serenidad e impasibilidad priman por encima de todo. Cristo aparece de rodillas y ora con angustia al Padre, " Abba ...", sintiendo un profundo terror, de modo que se le apareció un ángel con la intención de consolarle. Pero incluso esta aparición del ángel como calma y sosiego no impidió la aparición del sudor de sangre en Jesús. Fenómeno que médicamente se denomina hematidrosis, y que se ha comprobado su existencia en estados de extrema ansiedad, debido fundamentalmente a una gravísima tensión que puede romper ciertos vasos capilares de las sienes, con lo que la sangre aflora a ellas como sudor. Sería, por tanto, una confirmación fisiológica de la tremenda angustia de Jesús, hombre, ante los tormentos y torturas que se le avecinaban, la más humana actitud de Cristo en todos los pasajes de su vida, pues llora y teme por su vida, por la suerte que le está reservada, o como aparece en los textos: "teme por el cáliz", es decir, pide al Padre que si es posible pase de Él ese cáliz, en definitiva que pase de El ese mal momento. Si a esto sumamos el aparente abandono de los discípulos amados que dormían a escasos metros, se nos presenta una situación en la que experimentó el conflicto de su doble naturaleza: el deseo humano de evitar los sufrimientos y su voluntad de aceptar el mandato divino de la Redención por el sacrificio. También representa la fuerza de la oración con el Padre, el hablar directamente con el Supremo Hacedor (Dios).
Está pues representado en esta imagen de una manera muy espectacular el valor de la oración como acercamiento al Señor y como medio de comunicación de los hijos con su Padre. La oración es el principal cauce de la piedad que adquiere en esta imagen un incalculable valor plástico.
Se le representa con larga melena y barba. Los cristianos primitivos de Asia Menor y Antioquía representan a Jesús con largos cabellos, pero siempre con gran encanto juvenil. Se creó por tanto una imagen de belleza, elocuencia y dulzura a la que le faltaba la majestad de un Dios, a la que fue preciso colocar el nimbo o alo de santidad que en este caso representan las potencias.
Este esquema representado en el Paso de Misterio de la Cofradía de Estudiantes es de un carácter manierista, como ya se ha expuesto con anterioridad. Pues aunque sus líneas son hieráticas e impasibles, fundamentalmente en los rostros, y podrían encuadrarse en el clasicismo del Renacimiento. El tratamiento en el pelo, con la raya en medio y adaptado perfectamente a la estructura de la cabeza, inmóvil, sin apuntar casi el más leve inicio de movimiento.

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